ALADINA
El genio de la lámpara de Aladino está siendo desplazado por la inteligencia artificial, mas bien superado porque con la nueva tecnología tenemos chance de pedir un número infinito de deseos. Aladina siempre está pendiente de su tablet, parte de su vida depende de ella, su alimentación diaria, sus tareas, su futuro profesional, su atracción fisica, y un sinfin de distracciones están a su disposición con sólo pedirselo a la máquina, ella es joven y tiene muchos sueños por cumplir, en sus clases es una de las mejor dotadas con una inteligencia superior que le ha permitido hacerse de una gran popularidad, y todo esto lo ha sabido explotar pues sus ingresos han rebasado el limite de módicos y la han surtido de grandes comodidades, en esa vida idónea estaba cuando se dió cuenta que su olfato no funcionaba del todo bien, cuando pasaba por el mercado de flores ya no percibía ese aroma exquisito que la encendía de vida, también notaba algo raro en su vista que aunque podía ver todo con exactitud y claridad , las formas los colores y los movimientos pasaban desapercibidos por su mente, distracción, solo es distracción - se decía asi misma- nada de que preocuparse.
Aladina sin darse cuenta estaba perdiendo su cerebro derecho, es decir se estaba volviendo menos intuitiva, menos creativa menos organizada. esto la empezó a preocupar de forma alarmante, así que decidió desprenderse por un tiempo de su vida actual y se fué a visistar a un tío muy querido que tenía un rancho en las afueras de Veracruz. que distinta es la vida aquí - pensaba en voz alta- casi me atrevería a creer que estoy en otro planeta, el descanso le vino a bien y recuperó sus sentidos sobre todo el sentido del gusto que ya tambien se estaba viendo afectado, pues por lo general solo comía azúcar y sal para levantar el ánimo, aquí pudo degustar de una gama de infinitos sabores que la sacaban de la rutina diaria y que avivaban esa chispa de vida tan necesaria para encender los motores de la felicidad.
Aladina después de un tiempo de disfrutar del campo volvió a su vida rutinaria, su tablet estaba allí dispuesta a satisfacer sus múltiples deseos, pero alcanzar la felicidad a través de la tecnología puede llevarnos a falsas expectativas, poco a poco la chica iba sintiéndose mas impotente ante la máquina y ésto dañó su autoestima, luchó mucho tiempo contra la depresión y se integró a un grupo deportivo de Baloncesto, los éxitos aquí no dependían de ninguna inteligencia artificial así que en poco tiempo empezó a sentirse mas segura de sí misma.
Aladina nunca abandonó su tablet, ya no podia oler las flores, ni el aroma de las frutas frescas y siempre que paseaba, el mundo de su alrededor pasaba desapercibido para ella.