MI VENTANA

   MI VENTANA 

    
La vista con que yo crecí estaba llena de tierra, de tierra fértil, de sembrados extensos, de grandes cañaveras y frondosos mangales. los habitantes mas populares eran los duendes y los espíritus que no habían logrado subir al cielo, la fruta me la comía directa del árbol y la fibra me mantenía sana, nunca abservé lo sufieciente, sólo lo que a mis ojos llegaba, las palmeras balanceándose con el viento, el ir y venir de indígenas con bultos llenos de semillas, sus pies eran callosos y anchos, algunos siempre andaban descalzos, sólo la gente de razón usaba zapatos, así nos llamaban ellos, quizá porque no entendían bien el español, la Sierra estaba llena de pastizales y arroyos de agua limpia, las mujeres se bañaban en el río y vestían esas hermosas túnicas de colores que ellas mismas tejían, vivían alejados de la comunidad cuidando los ranchos y ayudando como jornaleros, difícilmente aprendían a leer pero sabían manejar las bestias de carga y el ganado. Yo ví crecer los racimos de plátanos y disfruté del color de los naranjales, cuando las mandarinas maduran el árbol se llena de un  naranja brillante y el ambiente huele a su perfume, algo de mí se ha quedado allí que cuando la nostalgia me llega, abro mi ventana y cierro los ojos,  en ese momento el olor de mi tierra me envuelve , me abraza y me dice, nunca he podido olvidarte.

Y si tan siquiera tuviéramos la oportunidad de cosechar nuestro propio alimento, de convivir con la naturaleza misma , si las comunidades indígenas se alzaran muy por encima de la civilización y nos mostraran un mundo mas transparente, mas organizado, en una comunión perfecta con la vida, y si el Universo está esperando una señal para cubrir de aire  limpio el planeta, y si no se comercializaran los alimentos y si cada ser humano contara con un habitat de autoconsumo....... pero eso no llega a mi ventana, solo suspiro y pienso quizás a mi tierra nunca llegó la Revolución.