EL CAZADOR

 EL CAZADOR

Cuando era niño le gustaba salir en la lluvia y llevar pequeños barcos de papel para verlos navegar en los charcos, esto le proporcionaba una alegría indescriptible. Con ansia siempre esperaba las primeras gotas y corría presuroso a robar parte del periódico de su padre para armarlos, solo sus manos necesitaba y su gran habilidad para doblar el papel, y la adrenalina corría por su cuerpo encendiendo esa chispa de vida que iluminaba  su mundo.

Pero  no todo es infancia y creció, se hizo adulto y con ello llegó la intranquilidad y el desasosiego de la incertidumbre, las crisis existenciales se hacían más profundas y  su realidad mas negra, intentando no caer en una larga depresión  salió rumbo al monte con su rifle a un costado, caminó unas cuantas yardas y vió muy cerca del arroyo un corpulento venado saciando su sed, se puso en posición de ataque, tomó el rifle y al tiempo en que apuntaba, su corazón se llenaba de un júbilo incesante, como si los químicos de la felicidad invadieran su cuerpo, sus ansias de vivir crecian más a la vez que la probabilidad de vida del indefenso animal disminuía.

Sólo se ecuchó un estruendo detonante que hizo vibrar los árboles y ahuyentó a las aves, el venado huyó una milésima de segundo antes del disparo, él se acercó un poco más al arroyo buscando a su víctima, pero solo pudo ver un pequeño barco de papel deslizándose en el agua.